Guerra comercial entre EE.UU. y China | Los aranceles siguen afectando a las cadenas de suministro

La última vez que actualizamos nuestro comentario sobre los aranceles, EE.UU. y China se encontraban en una tregua provisional con aranceles mínimos todavía en vigor. Desde entonces, nos hemos abstenido de mantener un diálogo coherente debido a la retórica siempre fluctuante sobre el tema que, hasta hace poco, no se traducía en cambios de política. En aquel momento, EE.UU. aplicaba aranceles del 10% a productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares. China había eliminado los aranceles a los automóviles y había aumentado la compra de productos estadounidenses.

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¿Qué ha pasado con el comercio entre EE.UU. y China?

Durante una reciente ronda de conversaciones, se produjo una ruptura en las negociaciones. Con la Administración de EE.UU. citando la supuesta renegación del gobierno chino en ciertos aspectos del acuerdo, EE.UU. actuó sobre los aumentos arancelarios previamente amenazados. Estados Unidos aumentó sus aranceles sobre los 200.000 millones de dólares iniciales del 10% al 25%. Además, siguen amenazando con imponer un arancel del 25% a otros 325.000 millones de dólares de exportaciones chinas que, por lo demás, no se vieron afectadas por la primera oleada de sanciones.

Como ha sido habitual a lo largo de la más reciente guerra comercial entre ambos países, China tomó represalias anunciando que impondría aranceles de hasta el 25% a 60.000 millones de dólares en productos estadounidenses. Esta oleada de aranceles afecta sobre todo a la industria agrícola -más de 300 productos-, lo que ha aumentado la angustia de los agricultores a medida que se intensifica la presión a la baja sobre los precios de las materias primas.

Los posibles aumentos sobre los productos chinos que actualmente no se ven afectados por los aranceles existentes se extenderían a todos los productos chinos exportados a EE.UU.. La amenaza de imponer aranceles adicionales a los productos estadounidenses procedentes de China en caso de que se materialice este aumento no está clara. Dada la magnitud de estos posibles aumentos de aranceles, es razonable esperar impactos significativos en la fabricación y producción de EE. UU., pero aún está por verse si esto se debe principalmente a la incertidumbre en los mercados o a los costos reales asociados con los aranceles.

Impactos de la guerra comercial entre EE. UU. y China en las cadenas de suministro

Durante la ronda anterior de aranceles, la administración Trump dio una indicación de los plazos en que se tomarían las decisiones y los aumentos arancelarios. Con plazos suavemente delimitados en torno a estas decisiones, las empresas tuvieron suficiente antelación para formular una estrategia que maximizara el comercio antes de que los aumentos entraran en vigor. En este caso anterior, muchas empresas anticiparon los pedidos de 2019 en el cuarto trimestre de 2018 antes del posible aumento arancelario del 1 de enero, aunque no se realizó según lo previsto. En cualquier caso, las empresas pidieron más inventario y ajustaron sus redes lo mejor que pudieron para evitar las consecuencias asociadas con los aranceles en la medida de lo posible.

Esta vez, el salto del 10 por ciento al 25 por ciento se produjo en gran medida sin previo aviso y no dio tiempo a que las empresas adelantaran inventario para evitar el aumento.

Dicho esto, los almacenes todavía tienen exceso de inventario de la última ronda de adelanto de carga. Incluso con la advertencia previa para el aumento más reciente, los inventarios están al máximo y las empresas no tendrían dónde almacenar mercancías adicionales si las hubieran adelantado para evitarlo.

Impacto directo de los aranceles en los consumidores

Los aranceles actuales se aplican en gran medida a los bienes materiales y de insumo críticos para la fabricación y la producción, bienes que no afectan directamente al consumidor. Además, muchos minoristas y fabricantes aislaron a los consumidores de los efectos de la primera ronda de aranceles optando por absorber las subidas arancelarias dentro de los márgenes de sus productos. Esta será una práctica insostenible con el aumento de los aranceles al 25%, en particular para los minoristas de una sola categoría afectados por el cambio. Si la Administración Trump promulga los aranceles propuestos sobre los 325.000 millones de dólares adicionales en bienes -en su mayoría productos acabados que los consumidores sacarían directamente de las estanterías, como productos electrónicos y electrodomésticos-, los consumidores se verán afectados de forma más directa.

Las importaciones estadounidenses de bienes procedentes de China han caído significativamente en todas las categorías de productos afectadas por los aranceles. Este efecto representa la respuesta de la demanda tanto por parte de las empresas como de los consumidores a medida que aumentan los precios. El gráfico muestra cada ronda de aranceles durante 2018, acompañada de su fecha de entrada en vigor que se corresponde con el color. Cada ronda de aranceles provocó que los valores totales de exportación de los productos afectados cayeran más de un 25% hasta el 31 de marzo de 2019. Las fechas de entrada en vigor de los aranceles fueron: 6 de julio de 2018, 25 por ciento en la lista inicial de bienes de 34 mil millones de dólares, 23 de agosto de 2018, 25 por ciento en la lista de bienes de 16 mil millones de dólares, y 24 de septiembre de 2018, 10 por ciento en la lista de bienes de 200 mil millones de dólares. Los aranceles existentes no afectados por estos plazos se muestran como "Otros"

Si estos bienes experimentan aumentos de precios debido a los aranceles, es probable que los niveles de consumo disminuyan, lo que repercutirá en una disminución de la demanda de transporte de mercancías. También es importante tener en cuenta cómo difieren las condiciones económicas generales para cada ronda de aranceles. La primera ronda de aranceles se produjo en un momento de fuerte gasto de los consumidores y de avance del mercado bursátil, y las empresas aún se beneficiaban de la reducción de impuestos. Ahora, el clima económico está cambiando. La incertidumbre sigue pesando sobre los consumidores. El consumo, a excepción de un mes de marzo fuerte, ha sido más débil de lo previsto.

A medida que el menor consumo y el comportamiento del gasto de los consumidores se combinen con precios más altos, las compras disminuirán. Esto mantendrá los inventarios en niveles elevados, reduciendo aún más la demanda de reposición y, por tanto, los fletes. Según las primeras estimaciones, los aranceles reducirán el crecimiento interanual del transporte de mercancías en contenedores hasta un 1%. Esto agravará el crecimiento ya más lento de lo previsto hasta ahora en 2019, basado en el débil desempeño macroeconómico. En caso de que estas proyecciones se cumplan, la demanda en todos los modos de transporte se debilitará, ofreciendo cierta presión a la baja sobre las tarifas de flete a medida que avanza 2019.

Para los cargadores que operan durante un mercado volátil, circunstancias políticas que cambian rápidamente y un comportamiento del consumidor menguante, comprender el riesgo en su cadena de suministro es crucial para crear la hoja de ruta estratégica más efectiva para su red. Los aranceles son un factor importante a tener en cuenta a finales de 2019 y en sus estrategias para 2020. Ser consciente de cómo juegan los aranceles en un entramado más complejo de indicadores económicos aportará contexto a estas dinámicas y ayudará a impulsar perspectivas procesables en toda su cadena de suministro.

La economía mundial está en constante cambio.