Fomentar un mejor servicio al transportista: Una perspectiva ferroviaria

En la relación transportista-cargador, a menudo escuchamos narrativas que discuten lo que los cargadores deben hacer para ser un "cargador de elección". Como en la mayoría de las relaciones de transporte, los cargadores ferroviarios tienen la responsabilidad económica de pagar por el movimiento de sus mercancías, por lo que también deberían tener voz y voto en las normas con las que se mueven.

¿Qué puede hacer la industria ferroviaria para ser más eficaz para los cargadores?

Esta tensión entre los ferrocarriles y sus clientes existe desde hace mucho tiempo. Algunos de estos clientes se mostraban visiblemente enfadados con los ferrocarriles y la STB. Sentí como si se pudiera hacer algo para mejorar esta relación entre dos grupos que claramente se necesitan mutuamente.

Lo más importante que podrían hacer los ferrocarriles sería cambiar su tono. Si bien es cierto que el sector ferroviario se toma muy en serio su servicio a los clientes, me di cuenta de que a veces éstos recibían respuestas inadecuadas y a veces desdeñosas cuando tenían problemas con el servicio. Con el tiempo, me di cuenta de que no era raro que un ferrocarril tuviera poder de mercado sobre su cliente. En otras palabras, algunos clientes ferroviarios sólo tenían un ferrocarril que les servía, y otros modos de transporte no eran viables. También me enteré de que el sector ferroviario había experimentado una importante consolidación desde los años 80, lo que había reducido la competencia. Tener este tipo de control sobre sus clientes puede explicar por qué el tono de los ferrocarriles hacia sus clientes no siempre es tan positivo y útil como uno pensaría que sería.

Sin embargo, un cambio en el tono de toda una industria que tiene este poder de mercado inusual en ciertos casos no será fácil. Sí creo que empezaría a aliviar algunas de las cuestiones por las que se pelean constantemente estas empresas, como las tarifas, el acceso competitivo y el servicio. Un diálogo más abierto, posiblemente a través de un comité ferrocarril/transportista, podría llevar a estas partes a resolver algunos de los problemas que los transportistas están expresando en la prensa y ante la STB.

Matt Snider habla de comités, consorcios y otras formas de colaboración en este blog.

¿Qué incentivos tienen los ferrocarriles para ajustar su servicio?

Últimamente, los ferrocarriles de Clase I se han centrado en el ferrocarril programado de precisión (PSR), que es un modelo que reduce gastos y mejora los ratios operativos. Ha provocado un aumento significativo de las cotizaciones bursátiles de los ferrocarriles. Muchos transportistas ferroviarios han descubierto que este modelo perjudica a su servicio, haciendo que los ferrocarriles sean menos flexibles a los aumentos de volumen de mercancías mientras siguen recortando empleados.

En algún momento, el PSR dejará de reducir los ratios de explotación porque los ferrocarriles sólo pueden reducir los gastos hasta cierto punto. En ese momento, la cuestión será qué camino tiene más sentido para los ferrocarriles. Creo que la próxima fase de la industria puede llevar a las compañías ferroviarias a tratar de aumentar sus ingresos mediante la búsqueda de tráfico que puede que no hayan perseguido recientemente porque no encajaba en el modelo PSR.

Más información sobre los factores que llevarán a la congestión de los nudos ferroviarios en 2020, aquí.

El aumento de los ingresos ayudaría al crecimiento de los ferrocarriles, lo que también podría traducirse en una subida de las cotizaciones bursátiles. Sin embargo, el tráfico que los ferrocarriles no han perseguido tan agresivamente mientras seguían el modelo PSR podría volverse más competitivo. Esto significaría que los ferrocarriles tendrían que ser más receptivos a las necesidades de estos clientes para ganar nuevos negocios. Una mayor capacidad de respuesta se traduciría en una mejora de las relaciones entre los ferrocarriles y los cargadores.

¿Qué retos hay que superar para que surja esa colaboración?

A fin de cuentas, acercar a los ferrocarriles y a sus cargadores sería bueno para todos. Una mejor comunicación eliminaría los continuos litigios y batallas normativas, al tiempo que mejoraría la seguridad y el servicio.

El mayor reto que habría que superar es esta mentalidad arraigada de que este conflicto es la mejor vía para las partes. Si encuestáramos a ambas partes sobre esta relación, es seguro que ambas estarían de acuerdo en que mejorar las relaciones sería un paso positivo. La pregunta es, ¿cómo pueden estos grupos unirse después de todos estos años de lucha entre sí en DC?

Creo que la mejor ruta es un comité que reúna a todos los principales actores en una habitación. Las partes podrían trabajar juntas para elaborar nuevos reglamentos sobre las cuestiones que ahora acaban ante las agencias federales y los tribunales. La STB ya cuenta con algunos comités que fomentan debates de este tipo, pero que han dado pocos resultados. La clave sería tener una mentalidad abierta para trabajar juntos y resolver los problemas entre ellos. De lo contrario, podemos seguir por el camino de pelearnos por estas cuestiones, lo que generalmente no lleva a ninguna parte.