Respuesta continua a la OMI 2020 | Nuevas fórmulas BAF para transportistas

En respuesta a los próximos cambios en la regulación de azufre de la OMI 2020, una serie de transportistas de carga marítima están revisando y ajustando los mecanismos utilizados anteriormente para calcular sus programas de Factor de Ajuste de Bunker (BAF).

OMI 2020 - Opciones de Cumplimiento

A medida que se acerca el 2020, las nuevas regulaciones de la OMI< están cambiando el contenido de azufre permitido en el combustible marítimo de 3,5% a 0,5%S m/m. Aunque ha habido muchas especulaciones sobre la firmeza de este plazo, en una reciente reunión del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC 73) celebrada en octubre se confirmó que el calendario normativo seguirá siendo firme y se mantendrá el 1 de enero de 2020 como fecha límite. Para garantizar el cumplimiento de esta nueva normativa, los armadores y operadores de buques disponen de diversas opciones, entre las que se incluyen el cambio al consumo de combustibles con bajo contenido en azufre, el uso de tecnología de depuración de gases de escape (scrubbers) o la transición a buques capaces de utilizar combustibles alternativos más modernos, como el GNL.

La viabilidad económica de cada una de estas opciones de cumplimiento depende en gran medida de la dinámica del mercado. Los buques con tecnología de depuración instalada podrán consumir combustible con alto contenido de azufre con un descuento significativo respecto al combustible con bajo contenido de azufre, pero con importantes gastos de capital iniciales. El coste previsto de los equipos es de entre 1,23 y 7,38 millones de dólares por buque, con costes variables de mano de obra e instalación que aumentan significativamente el precio final.

La adopción de la tecnología de depuración de gases de escape (scrubber) aumentó hasta 2018, pero se espera que la industria marítima comercial elija abrumadoramente el combustible bajo en azufre como método para cumplir con el límite de azufre de 2020. El sobreprecio del combustible bajo en azufre -que se verá impulsado al alza por el aumento de la demanda de productos bajos en azufre- está animando a los transportistas de mercancías a modificar sus programas BAF y sus prácticas de recargo por combustible.

Elegir en su lugar consumir combustibles bajos en azufre, a pesar de no requerir nuevas adiciones tecnológicas, supondrá pagar una prima por el combustible de mayor calidad, con un aumento adicional de los precios y la volatilidad de precios prevista a medida que el mercado de productos refinados realice la transición de 2,0-2,5 millones de barriles diarios a combustible bajo en azufre. Por último, aunque cada año se añaden más buques aptos para GNL a la capacidad de transporte marítimo mundial, el uso de esta tecnología es limitado y es poco probable que tenga un impacto significativo en los costes a corto plazo.

En base a estas tres opciones, la mayoría de los transportistas se están comprometiendo con el cumplimiento eligiendo hacer frente a los altos y volátiles costes del consumo de combustibles bajos en azufre, explorando las opciones restantes de forma limitada en pequeñas partes de sus flotas.Independientemente de la opción de cumplimiento, sin embargo, se ha especulado mucho sobre cómo los costes cada vez más volátiles del combustible afectarán a la fijación de precios BAF, así como cómo puede cambiar la visibilidad de las fórmulas utilizadas por los transportistas para calcular sus cargos BAF. A esta incertidumbre se suman las primeras predicciones de las distintas líneas aéreas sobre los aumentos de los costes por TEU, que oscilan entre 115$ para CMA CGM a más de 300$ para Hapag-Lloyd.

La respuesta de los transportistas a la nueva normativa

Motivados por el firme calendario normativo, para gestionar estos costes cada vez más volátiles del combustible bajo en azufre y proporcionar una nueva visibilidad, múltiples transportistas han anunciado cambios en su cálculo de costes BAF. Mientras que anteriormente los cargadores tenían indicaciones limitadas basadas en el mercado de cómo la dinámica del precio del combustible influía en su BAF, las nuevas fórmulas contienen específicamente componentes que indican el precio del combustible y su consumo.

El nuevo BAF de Maersk, por ejemplo, incluirá ahora un componente del precio del combustible que representa el precio medio del combustible en los principales puertos de bunkering de todo el mundo. Según el transportista, esto permitirá a los cargadores predecir y calcular con mayor precisión las tarifas BAF para determinados precios de combustible y rutas comerciales. A partir de 2019, este BAF se basará en el coste medio del combustible con alto contenido de azufre en los puertos de bunkering, pero pasará al del combustible con bajo contenido de azufre en el primer trimestre de 2020. Por último, mientras que los contratos realizados antes de 2019 seguirán utilizando el Factor de Ajuste Estándar anterior, todos los contratos creados después utilizarán esta nueva fórmula actualizada.

Otros transportistas han proporcionado un desglose menos específico de cómo gestionarán el aumento de los costes de combustible, ofreciendo en cambio un plan general para representar con precisión el coste del cumplimiento en la fijación de precios BAF. CMA CGM ha declarado que va a reevaluar sus gastos de combustible dentro de su política global de ventas. OOCL ha dado más detalles sobre su estrategia y ha declarado que tendrá en cuenta factores como el tipo de combustible utilizado, la fluctuación del precio del combustible, el tamaño y la capacidad de los buques y los niveles de utilización de los buques para reflejar mejor los cambios en el entorno del sector mediante la introducción de una fórmula flotante en su cálculo del BAF. Ya sea reconociendo que se producirá algún cambio en su metodología de cálculo, o elaborando nuevos mecanismos de cálculo de costes, lo que está claro es que los transportistas se están tomando en serio estos próximos cambios y están trabajando para prepararse para ellos de antemano.

Lo que los cargadores pueden esperar en 2020

Aunque es probable que cada vez más transportistas cambien su estrategia BAF, una advertencia importante es que este proceso seguirá estando lejos de ser estandarizado. Al igual que antes de que se anunciaran los cambios normativos de la OMI, cada transportista poseerá su propia fórmula única del programa BAF, con componentes de costes drásticamente diferentes cuyo cálculo permanece oculto a la vista de los cargadores. Especialmente para los cargadores con grandes redes que utilizan varios transportistas diferentes, la complejidad de múltiples mecanismos diferentes de cálculo BAF seguirá garantizando una mayor visibilidad de los costes de flete marítimo, especialmente a medida que los precios del combustible bajo en azufre sigan aumentando.

Para mitigar los efectos del aumento de los precios del combustible, así como los cambiantes mecanismos BAF, los cargadores pueden beneficiarse enormemente mediante la utilización de un programa de gestión de combustible robusto y basado en datos que esté estandarizado en toda su base de transportistas. Con Breakthrough Marine Fuel Management, los cargadores adquieren la capacidad de abogar por una miríada de mejoras estratégicas, como una cartera de combustible diversificada y mejoras de eficiencia como la navegación lenta y la optimización del tamaño de los buques, a través de la evaluación comparativa del sector basada en datos. Esto les permite -a ellos y a los transportistas- contabilizar los costes de combustible con mayor precisión, garantizando que ambas partes reciban el precio correcto. Al gestionar su gasto en combustible marítimo, los cargadores pueden crear una estrategia que les ayude a superar los próximos cambios asociados a la OMI 2020 y que continúe añadiendo valor en los años siguientes.

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